LA DESCENDENCIA DEL HIJO EVOLUTIVO
PROCEDIMIENTO:
En los momentos que se tuvo que responder ante la mirada atenta del Hijo creador (Hijo eterno), fue en este mismo instante que se generó la bajada del Hijo evolutivo hacía los mundos para su expansión y desarrollo para así cumplir su cometido para el cual fue creado.
En este instante se realizó la primera expresión de la Palabra para su posterior exposición sobre la Tierra. En ella está la creación para desarrollar la evolución en los mundos, podemos sacar de su cometido que desde ese gran momento todo se desarrolló de forma ya prevista para ello, en las estancias que era menester la localización de la Palabra o punto de expansión de la Creación. Eso implica el conocimiento de saber que en cada estancia determinada para la evolución se depositó la Palabra creadora para tal efecto.
Dichas estancias son catalogadas como espacios ínter dimensionales a los cuales se remite la evolución, para que su presencia pueda hacer que desde el punto de partida del Hijo evolutivo hasta el punto llamado por nosotros la Tierra, tuviese la forma de descender.
En las estancias descendentes que hemos mencionado, el Hijo evolutivo va dejando parte de El mismo para que su Presencia en los distintos espacios dimensionales, le permitan tanto su bajada como su retorno al punto inicial de partida.
Eso implica el conocimiento de que la evolución es un constante retorno al principio desde donde se salió por primera vez. Ese retorno está prolongado en su eternidad, significando que el Hijo evolutivo siempre estará ejecutando su misión para la cual fue encomendado y de esta manera, poder existir en todos los espacios destinados para ello dentro de la Creación evolutiva.
Dentro de esta coexistencia del Hijo evolutivo con la eternidad, tenemos que clarificar que la evolución no terminará nunca gracias a la forma de creación del propio Hijo evolutivo, juntamente con la forma de creación de los espacios para su existencia. De esta manera el camino de retorno se hace interminable y al mismo tiempo, hay que entender que según la forma constituida de Creación, permite al Hijo evolutivo estar plenamente y conjuntamente al lado de su Creador. Eso significa que aunque tenga que evolucionar en todos y cada uno de los espacios destinados para la evolución y aunque dimensionalmente se pueda encontrar muy lejos de su Creador (Hijo eterno), dichas Presencias que el Hijo evolutivo a ido dejando a lo largo de la Creación, le permiten perfectamente estar en contacto con su Creador.
VISIÓN EVOLUTIVA:
En lo subsiguiente de lo dicho anteriormente, cabe destacar que el Hijo en su bajada hacia los mundos evolutivos tiene la perspectiva total desde lo más alto a lo mas bajo hablando en descendencia evolutiva, eso implica el conocimiento de que todos sus partes depositadas en las diferentes estancias dimensionales, tienen la sincronización perfecta de unidad siempre con el de más arriba, significando que siempre por pura unidad escalonada entre sus Presencias, está íntimamente relacionado desde la estancia primera a la última, en todos los planos de existencia del Hijo evolutivo.
Con esta sincronización evolutiva totalmente natural, debido a la creación de los mundos evolutivos de esta misma forma, el Hijo puede perfectamente dirigir su evolución desde el primer paso hasta el último, teniendo en cuenta que la evolución creada para el Hijo, implica que el propio Hijo pueda tener los valores evolutivos perfectamente clarificados para que le puedan servir de guía, para la evolución de El y de los mundos creados.
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