El principio



Breve comentario

En esta sección narraré una parte de ese principio que ha sido en muchas cuestiones parte de ese misterio que todos tratamos siempre de desvelar y que nunca queda claro.

De ese principio solo voy a narrar parte, el cual puede interesar en estos momentos transcribir para su conocimiento. Al mismo tiempo dejaré claro que con estas líneas no pretendo hacer una novela, por lo tanto, intentaré ser lo más breve y conciso posible, para que su lectura pueda ser lo más amena posible.

La lectura se irá realizando a modo de esquema para mayor comodidad.



Apartado A
El Origen:

Para empezar a comprender este principio hay que tener en cuenta lógicamente varios aspectos de lo que llamamos " Dios ". A líneas muy generales para no entrar en detalles que nos perderían en la narración, diremos que Dios, el Cosmos, o como lo queramos llamar que al fin y a cuentas solo son palabras que para lo único que realmente deben servir, es para podernos entender principalmente y no, para otras cosas, está compuesto hablando espiritualmente de tres partes:

PADRE ETERNO - HIJO ETERNO - ESPÍRITU ETERNO

Apartado B

La Creación y motivo:

A partir de la descripción general de Dios / Cosmos, podemos decir sobre la Creación de lo que ya conocemos como nuestro mundo La Tierra, nuestro Universo y demás conocido.

Una vez que ha sido creado el entorno de vida que actualmente conocemos, hacemos mención del motivo por el cual se hizo esta creación: LA EVOLUCIÓN.

Apartado C

El Ser evolutivo

Una vez tenido en cuenta la Creación y su motivo, necesitamos a alguien que viva dentro de lo que ha sido creado, para ello tenemos la creación de lo que llamamos el Hijo de Dios o Hijo evolutivo.

Apartado D

La Creación y su forma:

La realización de la Creación fue dada en forma " dual ", por lo que podemos entender que la propia creación del Hijo fue también de forma dual. Así que, si asumimos la dualidad en la Creación tenemos que tener claro que cualquier cosa realizada dentro de ella, también será dual.

Apartado E

El Hijo y su Origen:

Como ya sabemos los hijos vienen de sus padres, por lo tanto, si en nuestro mundo, en el Microcosmos se realiza de esta forma, tenemos que tener presente que en el Macrocosmos también se realizará igual.
Por eso viene el entendimiento que del HIJO ETERNO, parte del Macrocosmos, parte del Dios eterno, se realizó la creación del Hijo evolutivo.


Apartado F


La sempiternidad del Hijo evolutivo:

En este punto haremos mención sobre la parte en la que se diferencia el Hijo evolutivo de su propio Creador.

En primer lugar daremos el significado de la sempiternidad o sempiterno para quien la desconozca: significa de algo que ha tenido principio y que no tendrá fin, por lo tanto, en el caso del Hijo evolutivo se le debe de aplicar el mismo significado.

Realmente la diferencia con Su creador está bastante clara, Su creador no ha tenido principio, sin embargo, El si.

Apartado G


Del porque de la sempiternidad del Hijo:

Podemos empezar diciendo que no tendría ningún tipo de lógica pensar  que el Dios Eterno debiese de evolucionar El mismo, partiendo de la base de su propia eternidad como referencia.

Teniendo en cuenta el apartado anterior y no dejando de pensar de que el Dios Eterno ha seguido siempre un plan de expansión, es donde venimos a darnos cuenta, de que el propio Dios para su expansión requiere de una parte de El mismo que esté en constante evolución y que esta parte pueda ir desarrollándose en evolución.

En este punto entra en juego la propia creación de un Hijo para que pueda completar sus designios.

Apartado H


La eternidad del Hijo evolutivo:

La formación del Hijo evolutivo aunque sea diferente a la de su Creador por tener un principio ( ser sempiterno ), no deja de ser una réplica de su Creador, por eso es que a través de la evolución, ese Hijo sempiterno, puede convertirse en Eterno. Viene a ser como si volviera a su casa después de una larga jornada de tareas por esos mundos de Dios.

Apartado I


La manifestación del Hijo evolutivo:

Dicha manifestación se deberá de entender en forma dual, por eso es que partiendo de esa base tenemos que tener presente que la manifestación del Hijo será siempre disgregada en dos partes.

Estas partes se manifestaran por separado cada una en la parte de la dualidad que les corresponda.


Apartado J


La dualidad del Hijo evolutivo:

Para poder hablar de la dualidad del Hijo y de su manifestación, antes tenemos que hablar sobre la constitución de los mundos creados para sus desarrollos evolutivos, eso implica entender que dicha construcción de estos mundos son en paralelo.

De esta forma el Hijo disgregado dual mente, puede manifestarse de forma que su propia manifestación en estos mundos en paralelo, genere por naturaleza propia, un equilibrio perfecto.

Por eso entendemos que cada parte de ese Hijo, debe de evolucionar en la parte que le corresponda dualmente hablando. Dicho de otro modo, si la dualidad de la constitución de los mundos fuese representada como A / B ; y la del Hijo como 1 / 2, el hijo se debería de emparejar de la siguiente forma: A con 1 ; y B con 2, teniendo en cuenta que esta forma de emparejarlos fuese la designada por el Creador, tanto de los mundos como del Hijo. Esa forma de manifestación vendría a ser ese equilibrio perfecto que hemos mencionado con anterioridad.

Apartado K


Los mundos en paralelo:

Estos mundos fueron concebidos de esta forma para la evolución perfectamente diseñada para su propio equilibrio dentro de nuestro sistema planetario.

Eso implica el conocimiento a que nos debemos ceñir, para poder entender que todo al ser dual, hablamos de dos partes iguales pero que se complementan entre si. Para ello tenemos la propia realidad de este mundo para poderlo entender, no hay positivo sin su correspondiente negativo en todas las cosas. Es como decir que si en el Microcosmos lo entendemos de esta forma, también en el Macrocosmos se realiza igual.

Por eso, el sistema planetario es dual, para poder albergar los mundos en paralelo, cada uno en la parte de la dualidad que le corresponde.


Apartado L


La denominación de la dualidad planetaria:

En el seno de la creación del Hijo está la dualidad manifestada, así como hemos dicho en los mundos de creación evolutiva, eso viene a ser la parte del Macrocosmos y en la parte del Microcosmos igual.

La repartición sobre la denominación, tanto del Hijo, como de los mundos, es la Luz y la Oscuridad. Por eso el Hijo es una parte Luz y la otra Oscuridad, así como de los mundos correspondientes para su evolución, parte Luz y parte Oscuridad.


Apartado M


Denominación del Hijo evolutivo:

El propio Hijo fue nombrado por su Creador y desde este instante fue llamado dualmente: Michael y Lucifer, Michael es la Luz y Lucifer es la Oscuridad.



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