ARCANOS
MENORES – LOS NÚMEROS
Los ases indican el comienzo de algo que, con el tiempo, ha de cambiarlo todo. Un poder transformador entra y a su tiempo, dará la cosecha de lo iniciado.
La aparición de un dos indica, que la voluntad del individuo ha sido puesta en movimiento anteriormente con el beneplácito de la Providencia, creando las circunstancias propicias para que su voluntad se realice.
Los treses indican el éxito de lo comenzado, cuando sale el tres ya no hay vuelta atrás. Nos someten con la acción iniciada.
Los
cuatros indican algo que ya existe y se toma plena conciencia. Al tomar conciencia afloran deseos y sentimientos.
Con los cincos llegamos al mundo de la justicia quebrada. La ley actúa a través de los sentimientos, todo tiene que ser conforme a la ley y nos quitará todo lo que no se ajuste a ella.
Los seises son los constructores de la vida material. Representan la situación en que se pone en firme cualquier asunto en el mundo
material.
Si en la tirada cabalística no aparece ningún seis, podemos decir en lo general, que la luz del Sol no ha salido para lo que se consulta.
El siete significa que la persona comparte aquello que la
posición indique. Lo hará por su bien o por su mal, pero
indicará que la persona renuncia a llevar las cosas individualmente y que cede parte de la dirección de lo que sea, al otro.
Si en una tirada no hay sietes, indicará que el individuo no ha superado el egocentrismo de lo que se consulta.
Los
ochos en una tirada significará, que la persona está rectificando,
está reajustando.
Los nueves representan, la culminación de un asunto y el triunfo final.
Es el resultado final de todo un proceso, indicando que ya nada nuevo se puede sacar de la situación objeto de la consulta. y la necesidad de ir a otra cosa.
Los dieces nos indican que estamos en un momento en el cual estamos a merced del mundo, debido a que es el ciclo de retorno de la materia al espíritu. Al llegar a este punto, el alma se orienta hacia un nuevo tipo de actividades. Sentiremos la llamada de que todo termina.
Son las cartas de la felicidad o no, depende de cada uno.
El hombre de acción con una tirada con muchos bastos, tendremos al que enamora. El hombre de amor con muchas copas, será el que siente aspiraciones sociales. El hombre de sociedad con muchas espadas, será el que tiene afán de dinero. Y el hombre de dinero con muchos oros, aspira a la pureza y al desprendimiento.
Las figuras representan a personas. Los Reyes, las Reinas y los Caballeros.
Son nuestros compañeros en la vida, para hacer una tarea común o para oponerse a la realización de nuestra vida.
En nuestras encarnaciones hemos establecido múltiples relaciones con otras personas, unas veces para amarlos y otras para odiarlos. Estas personas se presentarán como un reloj de nuestro karma, para cobrarse la deuda que hemos contraído con ellos. Dichas personas también pueden encarnar causas por las que estuvimos luchando en anteriores vidas y se representarán con los reyes.
La acción de estas personas es como sigue: Los reyes se harán sentir sobre todo a largo plazo. Las reinas en un plazo más próximo. Los caballeros de una manera más inmediata.
LOS REYES
Serán personas con poderes que nos ayudarán a edificar nuestro porvenir o, al contrario, se opondrán.
Los reyes en la tirada significará que la persona que describen nos viene de un remoto pasado.
Si los reyes no aparecen en la tirada, ello será indicio de que el asunto no está maduro como para obtener un resultado fácil. Habrá que luchar por ello, aunque no signifique que no se obtenga el éxito.
Los Reyes son confirmaciones a hechos realizados.
LAS REINAS
Su poder incidirá sobre nuestros deseos y emociones, de modo que el triunfo o el fracaso que presagian al salir en nuestra tirada dependerán de la medida con que nos identifiquemos con nuestros deseos.
Si la persona que nos consulta vive totalmente identificada con su Yo emotivo, si en ella la acción del pensamiento es débil, la reina actuará como si se tratase de un rey y tendrá una fuerza imperativa.
Por el contrario, para el hombre de pensamiento, la reina sólo representará una tendencia emotiva, encarnada en una persona.
Tengamos en cuenta, que se trata de la aparición de personas con las que hemos convivido en un pasado, y si son coronadas y si representan los deseos y emociones, es señal de que en un pasado lejano les hemos puesto corona a nuestros deseos y emociones, y ellos han sido los soberanos que conducían nuestras vidas.
Ahora, esos deseos nos subyugarán, nos esclavizarán, nos impondrán su ley.
Las reinas cuando aparecen, son circunstancias creadas por nuestra vida emotiva y representadas por una persona determinada.
La aparición de las reinas será siempre un signo de que nuestro destino está actuando.
Cuando en una tirada aparecen muchas reinas, es señal de que el individuo está sediento de estabilidad, que está cansado de una vida errante y ansía fijarse. Es señal también de que sus esperanzas se cumplirán.
Por el contrario, un juego sin reinas indica que no ha de encontrar la persona que le eche el ancla y que avanzará sin detenerse.
Las reinas suponen una relación Kármica, de modo que lo prudente será no rehuirlas, cumplir, y liberarnos así de la deuda, ya que si nos escurrimos de ellas, volveremos a encontrárnoslas en nuestro camino, pero la próxima vez ya no serán reinas, sino que, habiendo ascendido un peldaño más hacia el trono de nuestras vidas, las encontraremos convertidas en un rey.
Las Reinas son manifestaciones y estados de nuestras
emociones.
LOS CABALLEROS
Los caballeros representarán, pues, las personas con las cuales estamos batallando, personas que quizá estén de nuestra parte y nos ayuden a ganar la batalla, o quizá formen en el bando contrario y sean nuestros rivales en la lucha emprendida.
La diferencia esencial de los caballeros respecto a los reyes y a las reinas es que se refieren a personas con las cuales no hemos establecido aún lazos kármicos.
Son gentes que ya hemos conocido en un pasado reciente, posiblemente en el curso de la existencia que estamos viviendo, quizá en otra, pero no ha habido entre ellos y nosotros una relación suficientemente fuerte como para que ellos nos deban algo o se lo debamos nosotros.
Ahora, al luchar por una misma causa, o por la
contraria, estableceremos con ellos una relación más fuerte, relación de la que
se derivará un futuro karma.
En cambio, si los resultados de la batalla que libramos con ellos son equitativos, cada uno se irá por su lado y quizá no volvamos a encontrarnos nunca más; o quizá sí, pero como elementos neutros, sin que la balanza se incline ni a nuestro favor ni en nuestra contra.
La aparición de los caballeros de nuestra tirada indicará, pues, que se aproxima una batalla, que aparecerá un rival o un aliado con fuerzas parecidas a las nuestras.
El caballero no indica ni que él pueda vencernos ni que podamos hacerlo nosotros.
Los caballeros supondrán, pues, enfrentamiento de voluntades, lucha para la obtención de nuestros propósitos con otras personas que desean lo mismo. Los caballeros de bastos y espadas serán preferentemente de sexo masculino; los de copas y oros, preferentemente de sexo femenino.
Los caballeros son cambios que tendremos en nuestra vida. Son movimientos.
Las sotas suelen significar niños, y lo son en el sentido de que, como un niño es un ser que empieza a vivir, también significan personas que empiezan a existir en nuestra vida.
De entre las muchas personas con las que nos hemos cruzado, las sotas serán aquellas en las que hemos dejado huella por primera vez.
Esa sota que se introduce en nuestra vida y que en una nueva existencia será caballero armado, para librar con nosotros singular combate, del que salga quizá coronado reina o rey.
La aparición de las sotas en nuestro juego significará, pues, que estamos creando relación.
En el caso de jóvenes parejas, la sota puede significar el nacimiento de un niño. En tal caso, la sota indicará el acontecimiento en sí, no la relación con la entidad espiritual que este niño representa, ya que un hijo que viene a encarnarse en nosotros no es nunca alguien con el que tenemos un primer contacto, sino un antiquísimo conocido.
Las personas que representan las sotas son a menudo extranjeros, viajeros, niños que vienen de lejos, portadores de anuncios, cartas, comunicados, o chicos que nos sorprenden de improviso, o bien aun hijos de un rival, de un enemigo. Son llegadas.
Las Sotas son llegadas a nuestra vida: de noticias, de personas, de situaciones, etc.
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